Iglesia cristiana evangelica manantial de vida Sevilla
Bendecidos y escogidos
“Bendito sea el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4. según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Efesios 1:3-4)
“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre
que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48)
El apóstol
Pablo nos habla en el libro de Efesios acerca de la dimensión espiritual de la
vida cristiana, e inicia esta epístola bendiciendo a Dios por todo lo que Él
nos da: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”
Y es que no se puede hacer menos que
agradecer a Dios todo lo que nos da, “Bendito sea el Dios y padre de nuestro
Señor Jesucristo” Cuando continua hablando entendemos el por qué de
esta bendición.
1.- Dios nos bendice con toda bendición espiritual.- (V.3) Toda bendición espiritual está disponible para usted,
porque ha sido bendecido con ellas por Dios.
¿Cuánta bendición? Toda, cualquier
bendición espiritual que usted necesite la tiene disponible, no hay límite,
cuando Dios hace las cosas las hace bien.
2.- En los lugares celestiales en Cristo.- En el cielo Jesús
abrió las puertas de la bendición para su vida.
Bendiciones que estaban cerradas, que
estaban obstaculizadas por el pecado, “En Cristo” son liberadas.
Cuando el Señor vence en la tierra, abre
las ventanas del cielo para derramar bendición sobre su vida.
La encarnación del Señor, fue el inicio de
su bendición.
3.- Dios le escogió.- (V.4) Dios le escogió desde antes de
la fundación del mundo.
Usted no surgió de un material inanimado,
no es fruto de la casualidad, sino que fue producto del amor y de la creación
de Dios.
Usted es una pieza fundamental en el
corazón de Dios, es una maravillosa creación de Dios.
Usted surgió del deseo y amor de un Dios
que quería que estuviese sobre este planeta.
Antes que el mundo fuese creado, ya usted
estaba en el corazón de Dios, ya era usted un escogido suyo.
4.- Usted forma parte del plan de Dios.- Dios tiene un plan
perfecto, y usted forma parte de ese plan
Dios tiene un plan aquí en la tierra, y ha
preparado a gente para que lo realicen.
Todos los seres humanos formamos parte de
ese plan, y si le aceptamos lo realizaremos, y si no quedaremos fuera.
Cualquier persona de este mundo ha sido
elegida por Dios para formar parte de la iglesia, pero no todos aceptan el
deseo de Dios.
Usted ha sido escogido y dado apto por
Dios para el gran plan eterno que el tiene para usted, no le diga que no, sea
inteligente y forme parte de ese plan.
Una vez haya dicho si, todas esas
bendiciones de las que hablamos antes estarán a su disposición, porque las
bendiciones son el armamento que Dios nos da para que llevemos a cabo sus
propósitos.
5.- Santos y sin mancha.- Las bendiciones de Dios
le van a ayudar a ser santo.
¿Qué es esto? Santo no es un estado
especial preparado tan solo para unos pocos. Tampoco es el resultado de una
decisión realizada por una gente determinada que se cree con esa capacidad.
Santo es apartado, separado, destinado para el servicio a
Dios.
Antes usted pertenecía al mundo, ahora a
Dios, antes era instrumento de Satanás, ahora de Dios.
El santo es el que ha decidido cambiar de
Señor, ahora está al servicio del Dios del cielo.
Los cristianos santos son los que han
decidido ser instrumentos del Dios del cielo para realizar su plan aquí abajo
en la tierra.
Esto es un gran privilegio, no lo rechace,
no se salga de este plan predeterminado por Dios.
6.- Ser perfectos.- (Mateo 5:48) Dios nos da el
mandamiento de que seamos perfectos.
¿Puede un Dios perfecto crear cosas
imperfectas?
Claro, Dios lo puede hacer todo, y si nos
manda que seamos perfectos es porque no los somos y eso es que es una meta que
hemos de alcanzar.
No podemos conformarnos con lo que somos,
hemos de superarnos.
Para esto se requiere: Esfuerzo,
sacrificio, hacer cosas que no nos gustan, morir al yo.
Buscar la perfección requiere acción,
cambios y dejar todo aquello que nos impide crecer y madurar.
Dios quiere que seamos perfectos y nos da
todas las bendiciones en Cristo para que lo consigamos
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