lunes, 8 de diciembre de 2014

El rey que no quería morir

En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. 2. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, 3. y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro. 4. Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: 5. Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años. 6. Y te libraré a ti y a esta ciudad, de mano del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararé. 7. Y esto te será señal de parte de Jehová, que Jehová hará esto que ha dicho: 8. He aquí yo haré volver la sombra por los grados que ha descendido con el sol, en el reloj de Acaz, diez grados atrás. Y volvió el sol diez grados atrás, por los cuales había ya descendido. 9. Escritura de Ezequías rey de Judá, de cuando enfermó y sanó de su enfermedad: 10. Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años. 11. Dije: No veré a JAH, a JAH en la tierra de los vivientes; ya no veré más hombre con los moradores del mundo. 12. Mi morada ha sido movida y traspasada de mí, como tienda de pastor. Como tejedor corté mi vida; me cortará con la enfermedad; me consumirás entre el día y la noche. 13. Contaba yo hasta la mañana. Como un león molió todos mis huesos; de la mañana a la noche me acabarás. 14. Como la grulla y como la golondrina me quejaba; gemía como la paloma; alzaba en alto mis ojos. Jehová, violencia padezco; fortaléceme. 15. ¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo ha hecho. Andaré humildemente todos mis años, a causa de aquella amargura de mi alma. 16. Oh Señor, por todas estas cosas los hombres vivirán, y en todas ellas está la vida de mi espíritu; pues tú me restablecerás, y harás que viva. 17. He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados. 18. Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad. 19. El que vive, el que vive, éste te dará alabanza, como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a los hijos. 20. Jehová me salvará; por tanto cantaremos nuestros cánticos en la casa de Jehová todos los días de nuestra vida. 21. Y había dicho Isaías: Tomen masa de higos, y pónganla en la llaga, y sanará. 22. Había asimismo dicho Ezequías: ¿Qué señal tendré de que subiré a la casa de Jehová?”(Isaias 38:1-22)

Ezequías fue un buen rey, un hombre que obedeció a Dios y sirvió a su pueblo, sin embargo, como nos ocurrirá a todos nosotros le llegó el momento de morir.
En este capítulo vemos lo que sucedió cuando le llegó la hora de partir a Ezequías:

1.- El profeta le anuncia su muerte.- Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás”(V.1)
El profeta le habló claro, le puso en conocimiento la situación por la que estaba pasando de forma clara y sin rodeos.
“Ordena tu casa” que buen consejo, que cuando partamos, las cosas estén ordenadas para que los que vengan detrás lo tengan fácil, dejar herencia de bendición y evitar complicaciones a la familia y al próximo gobernante.

2.- El rey rechaza el mensaje.- Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, 3. y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro”
El rey no acepto el mensaje de Dios, reaccionó quizás como reaccionaríamos nosotros si alguien nos dijera esto, pero no se rebela de malas maneras ni maldiciendo a Dios, sino que se acerca a Dios para orar. Y lo que hace es interesante:
a.- Le cuenta a Dios como le ha servido anteriormente
b.- Lloró. El gran rey que venció a fieros enemigos, el hombre que sirvió y obedecio a Dios, ahora llora como un niño ante la perspectiva de la muerte.
¿Por qué lloró? Bueno, el creía en Dios, le servia, confiaba en Dios, pero tenía planes en la tierra que quería realizar.
Los planes, incluso el servicio a Dios, nos lleva a querer seguir viviendo.
Casi todos tenemos planes y proyectos y queremos acabarlos.
El problema es que casi todo lo que empezamos tiene continuidad más allá de nuestra vida, y que no podemos vivir eternamente.
A veces son planes en Dios, otras veces empresariales, otras veces familiares.

3.- Dios le oye.- 4. Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: 5. Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.
Y contesta la oración del rey dándole quince años más.
Dios no se salta al profeta Isaias, sino que al mismo que le había anunciado la muerte del rey, ahora le dice que va a darle más tiempo de vida, no se lo dice directamente a Ezequias, sino que respalda al profeta.
Dios respeta a sus siervos y no quiere dejarlos en evidencia, a veces si lo hace, pero es por otras razones, porque quiere tratar algo en su alma, no porque sea su costumbre.
La oración puede cambiar la voluntad de Dios, un pueblo que ora puede cambiar los planes de Dios. “Dios está en el trono y la oración cambia las cosas”

4.- Dios le promete protección.- 6. “Y te libraré a ti y a esta ciudad, de mano del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararé”
Dios le promete protección para él y para su pueblo frente a los asirios.
No solo le contesta, sino que le da un plus. Dios no se enfadó con Ezequias, sino que le placio su reacción y su pelea para lograr sus objetivos. Dios ama a la gente decidida que se lanza a conquistar las cosas de forma correcta.

5.- Dios sella el pacto con un hecho extraordinario.- 7. “Y esto te será señal de parte de Jehová, que Jehová hará esto que ha dicho: 8. He aquí yo haré volver la sombra por los grados que ha descendido con el sol, en el reloj de Acaz, diez grados atrás. Y volvió el sol diez grados atrás, por los cuales había ya descendido”
Dios no se conforma con prometerle lo mejor, sino que además quiere dejarle claro el compromiso con una señal extraordinaria.
Diez grados en un reloj de sol son aproximadamente 40 minutos, pero esto no es lo más importante, el tema principal es que para que la sombra retroceda es preciso que se mueva todo el sistema solar, o al menos el eje de la tierra o la rotación terrestre. Esto no es cualquier cosa.
Lo interesante es que no lo pretende ni el profeta ni el rey, sino que Dios decide directamente hacer este prodigio.
Es algo así como Dios diciendo, está bien, yo puede cambiar mis planes porque tu me lo pides, pero no se te olvide que el que aún manda y controla el universo soy yo.

6.- ¿Por qué le da Dios 15 años más?.- Bueno entiendo que muchos le han pedido más años a Dios, y no a todos se le ha concedido ¿Qué hizo de especial Ezequías?

a.- Fue fiel a Dios toda su vida.- Obedeció, quito los lugares altos, hizo lo mejor para servir a Dios con la gran responsabilidad de ser el rey
b.- Oró a Dios.- No maldijo, no protestó, sino que oró a Dios
c.- Pidió más tiempo para poder acabar el trabajo que Dios le había encomendado.- Es decir, quería tiempo para servir más a Dios, no para otra cosa.
d.- Obedeció al profeta.- Cuando el profeta le dice que se ponga higos en la herida, el lo hace, no duda.






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