La batalla de Dios
Iglesia cristiana evangelica Manantial de vida
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor,
y en el poder de su fuerza. 11. Vestíos
de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas
del diablo. 12. Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13. Por tanto, tomad toda la
armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado
todo, estar firmes. 14. Estad,
pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de
justicia, 15. y calzados
los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis
apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del
Espíritu, que es la palabra de Dios; 18. orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:10-18)
Hay un mundo natural y
hay un mundo espiritual.
Los cristianos hemos de
ser conscientes que nos movemos en los dos mundos. Estamos en el mundo físico,
pero militamos en el mundo del espíritu.
Este pasaje nos enseña
algo del mundo espiritual y nos muestra como guerrear la buena batalla de la
fe.
1.- Fortalecerse en el Señor.- “fortaleceos en el Señor, y en el
poder de su fuerza”
No se puede ir a la guerra estando débil, es necesario fortalecerse para
estar preparado para combatir.
Es un mandato “fortaleceos”
no es una sugerencia.
Tampoco es algo que viene por casualidad, hemos de poner de nuestra parte
para fortalecernos.
“Su fuerza” la fortaleza no
nos viene por vias humanas, ni es a causa de alguna cosa o circunstancia que
nos rodee, la fuerza viene de El, es su
fuerza, no la nuestra ni la de ningún otro.
Nuestra fuerza viene de Dios, él es el origen y procedencia de nuestra
fuerza y fortaleza.
La batalla espiritual ha de pelearse con el poder de Dios.
2.- Dos ejércitos.- “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra
las asechanzas del diablo” V. 11.
Este texto nos muestra dos ejércitos: El de Dios
y el del diablo.
Cuando nos convertimos entramos en el ejército de Dios, y hemos de
prepararnos para la batalla.
A veces los cristianos no son conscientes de su situación, y cuando
vienen los ataques se ponen nerviosos, pero la realidad es que estamos en el ejército
de Dios y que hemos de pelear.
El enemigo viene en serio, nos asecha “asechanzas”. Busca la forma de hacernos daño, de que
tropecemos y caigamos, fracasando en nuestras vidas.
3.- Definición del
enemigo.- “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
V. 12.
No son seres humanos, son principados, potestades, gobernadores de las
tinieblas.
Es una guerra espiritual, es una guerra contra Satanás y sus demonios.
“Principados” Gobiernan en
reinos, en paises “Principe de
Persia”.
“Potestades y gobernadores de las tinieblas”.- Son espíritus que están bajo su cobertura.
“De este siglo” son espíritus
que ejercen su autoridad sobre este tiempo, sobre este mundo en el que vivimos
los humanos.
Muchos de los problemas que tenemos no tienen origen humano, sino
espiritual. Por eso si peleamos contra otras personas o situaciones nos
confundimos, hemos de usar las armas del espiritu y pelear la batalla de la fe.
4. Tomad las armas.- “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios” V. 13.
Las armas son muchas y diversas, y todas ellas forman parte de la
armadura.
No se puede tomar algunas armas y no tomar otras, todas las armas que
Dios nos da son útiles y necesarias para ser buenos soldados.
Los versículos posteriores nos muestras todas las armas, pero hemos de
ser conscientes que hemos de tomarlas, no son adorno, son necesarias para
pelear la batalla de Dios y vencer.
5.- Pelear y mantener.- “Para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar
firmes” V.13 Estas son técnicas de la batalla espiritual:
Resistir el ataque y mantener la posición.
Es interesante que aunque también hemos de reconquistar para Dios lo que
el diablo ha robado, sin embargo aquí se centra en el momento en el que estamos
posisionados y el diablo ataca nuestra poscición.
Puede venir con pensamientos, con problemas financieros, con problemas
relacionales, con enfermedades, en fin, nos puede atacar de muchas maneras.
El señor nos insta a no rendirnos, sino a resistir.
El versículo “las puertas del
infierno no prevaleceran contra la iglesia” nos muestra a una iglesia
atacante, pero este pasaje hace referencia a la iglesia que ya conquistó y
ahora tiene que mantener lo logrado.
Lo que has conquistado en el pasado el diablo va a venir a robarlo, pero
hemos de resistir ese ataque y mantenernos firmes, mantener lo logrado.
6.- ¿Cuáles son esas
armas? 14. Estad, pues,
firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de
justicia, 15. y calzados
los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis
apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del
Espíritu, que es la palabra de Dios; 18. orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos”
1.- Verdad.- Tenemos la verdad, creemos la verdad, predicamos la verdad y decimos la
verdad.
Huye de la mentira, es un arma equivocada.
2.- Justicia.- Buscamos la justicia, y rechazamos la injusticia. El hijo de Dios ha de
procurar ser justo y hacer justicia en el día a día.
Un cristiano que hace injusticias a sabiendas, debe arrepentirse de su
pecado.
3.- El evangelio de la
paz.- Las buenas noticias de la salvación que dan paz.
El hombre estaba en contra de Dios, era enemigo de Dios, y en Cristo
Jesús se establece la paz y se reconcilia con Dios.
Este es un arma, ya que no podemos estar peleados con el general del
ejército, hemos de someternos a sus ordenes y llevarnos bien con él.
4.- Fe.- La fe nos va a llevar a creer a Dios antes que a los ataques del diablo.
Cuando nos ataca y nosotros oímos de Dios que avancemos, tengamos fe y
creamos al comandante en jefe.
5.- Salvación.- Somos salvos, tenemos la salvación, vamos al cielo. Saber esto es un
arma importante para pelear la batalla.
6.- La palabra de Dios.- El Señor venció a Satanás en el monte de la tentación con la escritura.
La palabra de Dios tiene poder, porque son directrices y ordenes de Dios y el
enemigo tiene que obedecerlas.
7.- Oración.- Dios nos oye y actúa cuando su pueblo ora.
8.- Velar.- En la batalla hay que estar vigilando los ataques del enemigo para
adelantarse a él.
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