Iglesia Cristiana evangélica Manantial de vida Sevilla
Atalayas
Atalayas
“Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 17. Hijo
de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la
palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. 18. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le
amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a
fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu
mano. 19. Pero si tú
amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino,
él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. 20. Si el justo se apartare de su
justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá,
porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había
hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. 21. Pero si al justo amonestares
para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú
habrás librado tu alma” (Ezequiel 3:16-21)
- En la actualidad nos comunicamos
por teléfono, y rápidamente casi sin importar donde estemos podemos
comunicarnos con personas que se encuentran a miles de kilómetros de distancia.
Esto no siempre ha sido así, cuando
se escribió la Biblia todo era muy distinto y limitado, ya que si no se veía u
oía a la otra persona, salvo por un correo primitivo, lento y solo reservado a
los muy pudientes se podía realizar la comunicación a distancia.
- Por otro lado Israel
estaba rodeado de países enemigos que estaban deseando atacar e invadirlo. Es
por esto que había que buscar un sistema de comunicación para protegerse de
forma rápida y efectiva, esta fue la utilización de atalayas.
- Las atalayas eran torres
altas donde se colocaba un vigía al que también se le llamaba atalaya, se construían
una gran fila de torres que o bien se veía desde una a la otra o bien se podía
oír si se tocaba una trompeta. Así desde la primera torre se veía la segunda,
desde esta la tercera, desde la tercera la cuarta, y así hasta llegar a la
ciudad que se quería proteger. De forma que si el primero veía peligro, hacía
la señal, que rápidamente la iban repitiendo los otros, y en pocos minutos la
información llegaba a su destino.
- Este era el proceso,
todos los vigías debían estar expectantes y preparados, ya que si uno de ellos
se dormía o se despistaba, la información quedaba truncada y no llegaba a su
destino.
- Entendiendo esto podemos
entender las siguientes enseñanzas de este pasaje:
1.- Dios nos ha puesto por atalayas.- “yo te he puesto por atalaya”
- Somos los mensajeros que
evitamos la destrucción, los cristianos estamos para advertir el peligro.
- En la iglesia se
transmite la información, se amonesta, y de esta forma se ayuda a las personas
a que no tengan problemas.
- Obediencia a la palabra,
diezmos, sumisión, oración, ayuno, evangelismo, todo esto y más se anuncia en
la casa de Dios el que lo aplica a su vida va a tener bendición y va a
prosperar, y el que no lo hace sufre las consecuencias.
- El púlpito, los
discipulados, los grupos café, la consejería, el evangelismo, todo esto son
torres de vigilancia para que el enemigo no triunfe.
2.- Todos los atalayas son importantes.- La tarea del atalaya no
es individual, todos son importantes para transmitir la información.
Si uno se queda despistado
la información no se transmite hasta el punto de destino.
Es importante que todos
formemos parte de la cadena de transmisión del mensaje de Dios, para que llegue
a todos los rincones del reino.
Usted es importante en
el plan de Dios, de usted depende que otros sean bendecidos.
3.- El origen del mensaje es Dios.- “oirás, pues, tú la palabra de mi
boca”
Dios lanza su palabra y
el atalaya hace que llegue a todos los rincones del país.
El origen es Dios, no el
hombre, no la tradición, ni nada, el único origen es el corazón de Dios y el
mensaje es el mensaje de Dios.
4.- Dos responsabilidades.-
La del atalaya.-
Anunciar
La del avisado.-
Obedecer
Existen dos
responsabilidades y dos compromisos.
5.- El atalaya solo avisa.- No controla ni impone.
El que entiende y obedece es bendecido.
El avisado obedece y le
viene bendición y protección, y se desobedece le viene el problema sufriendo
las consecuencias.
No estamos para imponer,
estamos para avisar.
6.- El atalaya tiene dos responsabilidades.- Estar despierto, no
despistándose, y ver lo correcto.
Cuidemos de estar
vigilando y de ver las cosas tal cual son.
No desvariemos
anunciando lo que Dios no respalda.
Tengamos cuidado, Ya que
desgraciadamente hay muchos que dan mensajes extraños y no bíblicos. Si no
viene el enemigo no anunciemos que viene, y si son filisteos no digamos que son
asirios.
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