martes, 15 de enero de 2013


Un mundo imperfecto para madurar

Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10. mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (I Corintios 13:9-13)


- El mundo en que vivimos tiene muchas cosas, pero desgraciadamente es imperfecto e incompleto.

1.- La imperfección produce inmadurez.- V.9.- “Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos.- El apóstol nos dice que por mucho que conozcamos, por mucho que hayamos crecido en lo de Dios, con todo esto es parcial, no podemos entender el total de la realidad que nos envuelve.
- Vivimos en un mundo imperfecto que además está incompleto y que está cerrado a la revelación total de Dios.
- Dios entró en este mundo de oscuridad e introdujo un rayo de luz, para que podamos conocer más. Esa luz se manifiesta en:  “Conocer y profetizar”.- La palabra escrita que conocemos y la dimensión espiritual de Dios. Ambas cosas son parciales no son la totalidad de lo que viene.

2.- Lo perfecto vencerá.- V.10.-mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará” Va a venir algo perfecto que va a acabar con esta imperfección.
- Algo que transformará la imperfección en perfección y lo parcial en totalidad. En los tiempos de Pablo aún no había venido.
- Esto perfecto va a hacer una obra completa y total para acabar todo lo que es parcial. En aquel entonces la revelación y el conocimiento serán total, veremos a Dios cara a cara.

3.- Mientras llega he de madurar.
V.11.-Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”
- En este mundo imperfecto tenemos una tarea, madurar. Estamos en un mundo imperfecto para madurar.
- Igual que el mundo madurará hasta la perfección y el niño madura hasta la adultez nosotros también tenemos que madurar.
- Un niño: habla, piensa y juzga como niño. El niño vive en un mundo limitado donde piensa, juzga y habla de acuerdo a su mentalidad. Las cosas son infantiles en la mente del niño.
- Vamos en un camino de maduración que será completado cuando lo perfecto se manifieste.
- El ser humano está en crecimiento, en conocimiento de las cosas divinas y humanas.
- Pasamos de la mente de niño a la de adulto. La maduración viene en todas las áreas del ser humano, en su hablar en su pensar y en su juzgar. Los cristianos hemos de madurar en el hablar, en el pensar y en el juzgar.
- Los niños piensan, hablan y juzgan de forma diferente a lo que lo hace un adulto.
- Comunicación, forma de pensar y manera de juzgar definen nuestra madurez.

4.- Madurar en comunicación.- ¿Cómo habla? Cuando las personas hablan revelan su madurez. Lo que dice va a expresar su corazón y su nivel de maduración.
-  Cuando alguien habla como niño no se le trata como a adulto porque no va a entender.
-  Si se encuentra con alguien que no conoce y que habla en otro idioma ha de aclarar que no conoce el idioma o ha de hablar en el idioma del otro. La comunicación con la gente es igual, es necesario conocer en el idioma de madurez que hablan, cual es su nivel, ya que si no entiendes esto pude que estéis hablando idiomas distintos, sin saberlo, y no os entendáis.

5.- Madurar en pensamiento.- La forma de pensar cambia con la edad.
-  El niño tiene estructuras mentales simples, no ha vivido experiencias que le muestren que las cosas no son buenas o malas, positivas o negativas, blancas o negras, sino que hay posiciones intermedias, el reino de los grises existe.
-  El niño cree en una verdad absoluta y él la tiene.
-  El adulto entiende que esa verdad, si bien existe, está repartida, y que a él le falta mucho para conseguirla aunque esté en  el lugar correcto, por eso Pablo en el versículo 12 dice:

Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”

Esta es la forma de pensar de un adulto. Sabe que ve oscuramente y que conoce en parte, el niño piensa que lo sabe todo, y que lo conoce todo.

-  El adulto sabe que está en una carrera, que puede estar en la pista, estar corriendo, pero no se le olvida que hasta que no cruza la meta no ha llegado.

6.- Madurar en juicio.- Los niños juzgan pensando en la justicia, pero no en las consecuencias de sus juicios.
-  El adulto cuando juzga piensa que su juicio va a afectar a esa persona, a los que le rodean e incluso a él mismo, ya que cuando juzgamos nos definimos.

7.-  El amor preside.- “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (V.13)
- Ahora tenemos que madurar viviendo con fe, esperanza y amor. Estas tres cosas son las herramientas con que contamos para madurar.
- Las tres son importantes, pero la mayor es el amor. ¿Quiere decir esto que solo hemos de amar? No, lo que quiere decir es que el amor ha de presidir a las otras dos. Mi fe y mi esperanza han de estar sazonadas de amor. Si mi fe es tan perfecta que actúa sin importar el daño que puede producir entonces me queda mucho que madurar.

8.- Con lo perfecto llegará la maduración total.- Cuando se manifieste lo perfecto la luz iluminará este planeta y todo se entenderá. Por eso el apóstol dice “Entonces conoceré como fui conocido”.
- Vamos hacia la perfección, pero aún estamos en el camino de la maduración.
- En este camino tenemos la ayuda de la fe y de la esperanza, y el amor ha de ser lo que dirige todo lo demás.

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