martes, 12 de abril de 2016

La gloria de Dios-Iglesia cristiana evangelica Manantial de Vida Sevilla

La gloria de Dios
 Iglesia cristiana evangelica Manantial de Vida Sevilla
Me llevó luego a la puerta, a la puerta que mira hacia el oriente; 2. y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria. 3. Y el aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que vi junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro. 4. Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente. 5. Y me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí que la gloria de Jehová llenó la casa” (Ezequiel 43:1-5)

La gente necesita ver la gloria de Dios.
El poeta describió la situación del mundo diciendo:

“Mi vida llena y mi alma vacía
Estoy ardiendo y tengo frío
Soy un extraño en el paraíso”

El profeta Ezequiel es un profeta visionario al que Dios le da visiones impresionantes de cosas celestiales.
Los 48 capítulos del libro está lleno de revelaciones dadas por Dios a su espíritu.
Otros profetas bíblicos también tuvieron este tipo de experiencias así podemos ver a Daniel o el mismo apóstol Juan.
Todos ellos escribieron los libros proféticos de la Biblia, también los hay históricos y poéticos.
Dios utiliza a estos hombres para revelar al ser humano cosas que otros ni siquiera podríamos imaginar.
Ezequiel va de visión en visión, de profecía en profecía, mostrando el corazón de Dios para su pueblo y los otros que están a su alrededor.
Cuando llegamos al capítulo 40  el profeta es llevado por un ángel en visión e inicia la descripción del templo de Jerusalén.
Durante tres capítulos 40,41 y 42 se nos describe el templo. Dándonos sus medidas, como son sus escaleras, como son las puertas y cuantas tiene, lo que miden, como son las ventanas, como es el suelo, como son las habitaciones, como es el átrio, como es el lugar santo, de que materiales están hechos cada uno de ellos, en fin, nos da una descripción detallada durante estos tres largos capítulos de como es el templo.
Uno se sorprende del detalle con que lo describe, e incluso en la lectura uno puede cansarse.
Pero después de estos tres capítulos llegamos al 43, y algo especial pasa, Dios y su gloria penetran en el templo.

1.- Un templo maravilloso puede estar sin Dios.- No es el templo, no es la construcción del templo lo que le da valor, sino la presencia de Dios.
Cualquier cosa por buena que parezca si Dios no está en ella pierde valor.
Estaba hecho bajo la dirección de Dios, pero la presencia de Dios no estaba.

2.- Lo importante y lo imprescindible.- Es importante la construcción del templo y los detalles del mismo, si así no fuera no se dedicarían 3 largos capítulos de la Biblia para describirlos.
Una buena construcción es importante, no vale cualquier cosa, para Dios hay que darle lo mejor, hemos de invertir lo mejor en Dios y en su obra.
La mentalidad chapucera no vale para esto, eso de pensar que cualquier cosa es buena, no se encuentra en la mente de Dios. Si analizamos la Biblia vemos como continuamente Dios procura cosas buenas para todo lo que tiene que ver con su servicio.
Lo mejor en un lugar no tiene por que ser lo mejor en otro. En un sitio donde no hay riquezas todavía se puede dar lo mejor, claro, no será lo mejor para gente que vivan en sitios más ricos, pero en ese lugar si es lo mejor.
Dios quiere que hagamos las cosas con excelencia, este es un principio bíblico y nosotros siempre hemos tratado de seguirlo.
Pero lo importante no debe confundirnos para que no veamos lo imprescindible.
Lo imprescindible es que la gloria de Dios está en el templo.
Si solo tiene cosas de valor y Dios no está, no estamos logrando lo que Dios quiere lograr.
Estamos despistados y confundidos si nos fijamos en las piedras y dejamos fuera a la gloria de Dios.

3.- Que es la gloria de Dios.- (V.2) La gloria de Dios entro en el templo.
Gloria es otra forma de decir resplandor, brillo.
En español se utilizan las expresiones:
“esta persona es brillante” dando a entender que esa persona destaca sobre los demás.
“un acontecimiento glorioso”.- destacado entre otros, superior a otros.
En astronomía Hiparco dividió las estrellas según su luminosidad y a las más brillantes las llamó de primera magnitud, las siguientes de segunda, las otras de tercera, y así hasta llega a las que menos brillan.
Cuando la Biblia nos habla de la gloria de Dios siempre lo hace dándole preeminencia al resto de las cosas. Nada brilla más que la gloria de Dios.
La presencia de Dios va a sobresalir sobre las demás cosas, es de primera magnitud.
En el corazón del cristiano hemos de reconocer su gloria, que Él es el primero.
Cuando se reconoce que Dios es lo más importante entra la gloria de Dios.

4.- Ruido de muchas aguas.- Aquí en este pasaje no solo resplandece, sino que además venía acompañada por un ruido similar al que hacen muchas aguas.
Si has estado al lado de una cascada verás que el ruido es fuerte, y si has visto la fuerza del agua te darás cuenta que pocas cosas se mantiene delante del agua cuando viene brava.
La presencia de Dios va a arrasar con las cosas que no convienen, va a quitar todo lo que estorba, Dios no viene pidiendo permiso, somos nosotros los que tenemos que pedirle permiso a Él.

5.- La tierra resplandeció.- (V.2) La tierra que no tiene resplandor, resplandeció ante la presencia de Dios.
La luna es un trozo de piedra sin luz, pero cuando recibe la luz del sol la refleja y aparentemente es más brillante que cualquier otra estrella del cielo.
El ser humano es pequeño en gloria, pero cuando recibe la luz de Dios brilla más que nada.
Valemos lo que reflejemos la luz de Dios.
Cualquiera de nosotros en nosotros mismos no tenemos brillo, pero con la luz de Dios deslumbramos a los demás.
La gloria del hombre es efímera, el hombre trata de perpetuarse, pero grandes hombres como cervantes cuando abren sus tumbas solo encuentran polvo.
La gloria de Dios es eterna, brilla para siempre y por la eternidad estaremos con Dios brillando junto a Él.

6.- La gloria entró.- La gloria de Dios tiene que entrar en la casa de Dios.
No debemos impedir que su gloria entre. Dios respeta la voluntad del ser humano y si no queremos que entre su gloria, no va a entrar.
Si procuramos nuestra gloria, impedimos la de Dios.
Si queremos usar su gloria para fines egoístas, para nuestro beneficio, impedimos la de Dios.
Dios quiere entrar, pero hemos de abrir la puerta.
Un pueblo que se humilla a Dios, que trata de agradarlo, que le da lugar, que le exalta es la puerta abierta para que la gloria de Dios entre.

7.- “Me alzó el espíritu”.- (V.5) Cuando la gloria de Dios entra, la cosa no se queda ahí, sino que alza nuestros espíritus para que veamos y entandamos más.
El espíritu va a Dios, se comunica con Dios, la gloria de Dios va a mostrarnos y revelarnos lo profundo de Dios.
El espíritu se va a alzar y alejándose de lo material recibirá el toque de lo alto que nos da esa revelación profunda en relación en quién es Dios, quienes nosotros, y que quiere Dios de nuestras vidas.

8.- Toda la casa.- (V.5)
No solo el altar, también cada rincón de la casa ha de estar lleno de su gloria y de su presencia.
La iglesia infantil, los jóvenes, el evangelismo, cada uno de los lugares del templo y cada una de las actividades de la iglesia han de estar llenas de la gloria de Dios.

9.- Usted es templo de Dios.- ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” I Corintios 3:16 

Usted tiene que estar lleno de la gloria de Dios.
Iglesia cristiana evangelica Manantial de Vida Sevilla

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