Somos uno
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“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21. para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 24. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. 26. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos” (Juan 17:20-26)

“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5. así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 6. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7. o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8. el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría” (Romanos 12:4-8)

“Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan” ( I Corintios 10:17)

“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28)

Mucho se habla de la unidad.

A lo largo de mi vida me he encontrado en gente animada a unirlo todo.

He llegado a conocer auténticos talibanes de la unidad, que golpeaban y atacaban a todo el mundo en pro de una unidad que según ellos no existía.

¿Hay que unirse a toda costa? ¿tenemos que unirnos con gente que adora ídolos, o está unida al poder político, o practica cosas que la Biblia  no respalda? ¿¿Tenemos que unirnos con iglesias de Babilonia??

1.- No podemos producir unidad.- Hay una realidad y es que nosotros no podemos producir unidad, nadie puede conseguir esto, lo único que podemos hacer es guardarla “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4:3)

2.- Hacer cosas juntos.- Por otro lado hacer cosas juntos o estar juntos no une, a veces lo que hace es separar.

3.- Somos el cuerpo de Cristo.- Cuando la Biblia dice que somos un cuerpo ya lleva consigo la idea de unidad. Un cuerpo no procura estar unido, simplemente lo está. Mi nariz no busca ser una con la mano, ya lo es.

Si me duele la mano hasta huelo mal, soy uno en mi mismo.

Cuando el Señor nos dice que somos un cuerpo, está hablando de la unidad que existe entre aquellos que siguen a Cristo.

4.- Entendamos el proceso.- En Juan 17 Jesús ora para que seamos uno, en Juan 19 Jesús muere y esta oración es respondida, en Hechos 2 esta realidad es manifestada a los apóstoles y al mundo.

La venida del Espíritu Santo sobre la iglesia es el sello de confirmación de la unidad del cuerpo de Cristo. Los dones del Espíritu Santo se manifiestan porque somos uno.

En Romanos vemos algo más:

V.4.- “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función”

La diversidad es prueba de la unidad.

El que cada uno hagamos cosas diferentes y nos movamos en acciones distintas muestra que somos uno, y que entre todos logramos un mismo fin.

V.5.-  “así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros”

Declaración de unidad:

-Somos muchos,

-Somos un cuerpo (no dice seremos),

-Somos miembros los unos de los otros.

Esta declaración de unidad va más allá de lo que podamos pensar o suponer, ya que ésta unidad es lo que produce la pertenencia. Somos los unos de los otros porque somos uno.

V.6.- “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe”

Los dones vienen de la unidad y para la unidad.

Los dones del Espíritu Santo fluyen porque somos uno.

En los versículos 6-8 nos muestran los diferentes dones que vienen del Espíritu Santo de Dios.

-    La profecía viene porque somos uno.

-    El don de servicio viene porque somos uno, no podemos dejar de servirnos al igual que los glóbulos rojos no pueden dejar de llevar oxígeno a cada célula del cuerpo.

-    El don de enseñanza viene porque el cuerpo ha de crecer. Igual que un bebé se hacer grande, de igual manera los cristianos nacemos pequeños y hemos de ir creciendo y para que el crecimiento sea correcto es preciso que se alimente.

-    El don de exhortación es parte del ministerio pastoral. Dios da este don a los pastores para motivar a la iglesia para que las ovejas aprendan con las correcciones.

-    El don de repartir, como hace la ONG forma parte del don del Espíritu Santo de dar físicamente a otros lo que necesitan. Al igual que cada uno busca suplir sus necesidades físicas, el cuerpo de Cristo trata de suplir las necesidades de otros, porque “Si un miembro se duele todos se duelen, y si un miembro se goza todos se gozan”

-    El don de presidir, el ser líderes. Dios da dones al liderazgo para que podamos guiar a otros.

El Espíritu Santo nos hace líderes de aquellos que vienen a la iglesia.

-    El don de misericordia, “misericardia”, “tener un mismo corazón” sentir lo mismo. El Espíritu Santo nos hace sentir lo mismo porque somos uno, y cuando  eres uno sientes lo mismo.

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