La oracion y el mover de Dios-Iglesia Cristiana evangélica Manantial de vida Sevilla

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Presencia de Dios y peligros

“Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. 2 Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. 3 Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. 4 Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 5 Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. 6 Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. 7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. 8 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. 9 Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 10 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. 11 El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. 12 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. 13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? 14 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. 15 Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. 16 A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. 17 Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará. 18 Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron” (1 Reyes 19:1-18)

Jezabel amenaza a Elías con matarlo y el profeta, aquel hombre que vivía en la presencia de Dios tiene que hacer frente a un peligro inminente. ¿Qué hacer cuando vienen a matarte?

¿Qué hacer cuando hay peligros para nuestra vida? Veamos lo que hizo Elías:

1.- No jugó a ser héroe.- (V3) Se levantó y se fue. En primer lugar se marcha a Beersebá y luego al desierto.

En Beersebá deja al siervo.- Hay cosas que hemos de pelear solos, no todo, pero hay cosas que hemos conquistar a solas con Dios.

Se va al desierto.- Solo, entendió que tenía que estar con Dios para recibir el aliento, la fuerza y el valor que no tenía. En el desierto nada te perturba ni te quita la visión de lo importante.

2.- Se deprime.- Ante el peligro Elías se duerme y quiere morirse. “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses” (Santiago 5:17)

En esto no hemos de parecernos a Elías, no se desanime si el ánimo se le  va abajo, esto forma parte de la esencia humana, tan solo no deje que el desanimo le lleve a alejarse de Dios.

En su desánimo Elías se dirige a Dios “Oh Jehová, quítame la vida” no tome sus decisiones a impulsos, sino póngase en manos de Dios.

3.- Dios manda un ángel.- (V.5-7) El ángel le toca, le da comida y bebida, y le da el mandato de levantarse.

Dios le va a dar lo que necesita y va a mandarle que se levante.

4.- Va a Horeb.- Desde Beersebá atraviesa el desierto del Sinaí y va a Horeb, el monte de Dios, el monte Sinaí. El lugar donde Dios le dio las tablas a Moisés.

- En el monte Santo dos hombres separados por 600 años tienen un encuentro con Dios.

- No importa el tiempo que pase, Dios está disponible para los que le buscan en su monte Santo.

- Dos hombres que no solo suben al monte Sinaí, sino que también se encuentran con Jesús en el monte de la transfiguración.

5.- ¿Qué hacer para tener un encuentro con Dios.- Cuando usted esté en momentos difíciles y quiera tener un  encuentro con Dios, haga lo mismo que Elías:

a.- Vaya al desierto a estar a solas con Dios.

b.- Ascienda al monte.

c.- Aíslese del mundo.- métase en la cueva para tener el toque de Dios.

6.- “¿Que haces aquí?”.- Dios sabía perfectamente que es lo que hacía, pero le pregunta, quería que el mismo Elías se diera cuenta de su estado.

Elías había huido por miedo, y Dios quería que supiera que el miedo ciega la mente.

Dios nos pregunta a cada uno de nosotros ¿Qué hacemos? ¿no se lo preguntó nunca a usted?

V.10.- Elías le cuenta a Dios toda la historia, y Dios le dice que salga de la cueva, quería que saliera al exterior, que tuviera un encuentro diferente con Dios.

Elías se encuentra con tres cosas:

a.- Un poderoso viento que rompía montes

b.- Un terremoto

c.- Un fuego

Tres situaciones violentas, pero Dios quería mostrarle a Elías que tenía otra estrategia, que no iba a destruir a sus enemigos de forma inminente sino que su plan era el silbo apacible y delicado.

Cuando Elías está contemplando el silbo apacible, Dios le vuelve a preguntar “¿Qué haces aquí?” Entonces Elías vuelve a repetir lo mismos (V.14, y 10) Había visto todo, había estado con Dios viendo su manifestación, pero Elías estaba igual que antes.

7.- Dios da dirección.- (V.15-16) “Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. 16 A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar” Le dice donde ir r y que hacer y le manda tarea:

Ungir a Hazael.- Rey de Siria

Ungir a Jehú.- Rey de Israel (Acab era de Judá)

Tanto Siria como Israel serían enemigos físicos de Judá..-

Ungir a Eliseo.- Profeta sucesor de Elías. Sería el enemigo espiritual de Acab.

Elías buscó a Dios, estuvo en su presencia y Dios le organizó la táctica que realizaría.

El trabajo de Elías era Ungir, y Dios se encargaría que los ungidos actuaran.

Elías se multiplicó por tres cuando estuvo en la presencia de Dios.

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