miércoles, 21 de agosto de 2013

El niño murió-Iglesia Cristiana evangélica Manantial de vida Sevilla

Iglesia Cristiana evangélica Manantial de vida Sevilla

El niño murió

1 Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. 2 El rico tenía numerosas ovejas y vacas; 3 pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. 4 Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él. 5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. 6 Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia. 7 Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, 8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. 9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. 10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. 13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. 14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá. 15 Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó gravemente. 16 Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra. 17 Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan. 18 Y al séptimo día murió el niño; y temían los siervos de David hacerle saber que el niño había muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aún vivía, le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto? 19 Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. 20 Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió. 21 Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y llorabas; y muerto él, te levantaste y comiste pan. 22 Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? 23 Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí. 24 Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella; y ella le dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová, 25 y envió un mensaje por medio de Natán profeta; así llamó su nombre Jedidías, a causa de Jehová. (II Samuel 12:1-25)

-  David peca y Betsabé queda embarazada
-  Ante este acto terrible de David mandando a Urías Heteo a la guerra para que muriera, Dios mueve al profeta Natán.
V.1-4.- El profeta le cuenta al rey una parábola, que David interpreta como algo que pasaba en Israel con un pastor de ovejas.
- Natán utiliza un ejemplo que era cercano a David, ya que este había sido pastor.
V.5-6.- David se enfada mucho ante esta injusticia.
V.7-12.- Natán le cuenta la interpretación y David no reacciona, se queda de piedra, y añade una maldición para su matrimonio.
V.13.- Por alguna razón la maldición no llega al cuerpo de David, no moriría.

V.14.- Este versículo es terrible, y tiene aspectos que nos ayudan a meditar:

1.- “Por cuanto en este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová”.- El Señor hace mención de aquellos que no son cristianos, de los que no siguen a Dios, los enemigos de Dios.
Entendemos con esto que los pecados tienen varias dimensiones:

a)   Pecados personales.- Se peca, y se queda dentro de la persona. Hay un daño personal, porque el pecado siempre mata, pero de la persona no sale.
Es el pecado de mente, Dios lo aborrece, pero tiene pero tiene condescendencia en cuanto al castigo.
Es pecado abominable a Dios, pero la dimensión del castigo esta relacionada con la dimensión del daño que produce.
b)   Pecados de testimonio.- Cuando el pecado sale de uno, es decir, otros lo ven, ya no hay forma de pararlo. El daño se descontrola.
Los cristianos hemos de cuidar el testimonio, porque cuando “los enemigos de Jehová”, esos que tu piensas que no tienen importancia, al fin de cuenta no son cristianos, son escandalizados, el asunto se pone serio.
-       Dios mira tanto por su obra que cuando se afecta el testimonio de Dios vienen las consecuencias más graves.
-       El Señor lo explicó “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar” (Mateo 18:6)
-       El daño del pecado aumenta cuando este sale de nosotros y afectamos a otros.
-       El plan de Dios es que sus enemigos se conviertan, no que le blasfemen.
2.- “El hijo que te ha nacido, ciertamente morirá”.- Si nuestro pecado afecta la salvación de otros, morirá lo que más queremos. Dios va a permitir que muera lo que más aprecias.
- La muerte física del niño vino por la muerte espiritual de la gente.
- Cuando nuestro pecado produce muerte en otros, lo que sembramos cosechamos.

V.16.- El ayuno que no funciona.- La oración y el ayuno no evitaron la muerte del niño.
- En algunos casos la oración y el ayuno han cambiado la voluntad de Dios, pero esto no es lo habitual, lo normal es que la oración no cambie la voluntad de nuestro Padre.
- Orar es como conducir un tren, hemos de intentar no salirnos de las vías, y las vías no las ponemos nosotros.
- Dios ya ha establecido su voluntad y nosotros hemos de orar para que su voluntad se haba “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”
- El cristiano ha de buscar la voluntad de Dios y seguirla, y otra para que esta se cumpla.

V.20.- Cuando todo se consumó, David entra a orar en el templo.
Vemos a David con una actitud de sumisión y adoración.
-          David peleó contra la voluntad de Dios, pero no peleó contra Dios.

V.24.- La buena actitud de David hizo que Dios le diera otro hijo
- El hijo que nació fue su sucesor, Salomón, el hombre más sabio de la tierra.
- El niño murió, pero el arrepentimiento de David hizo que Dios lo premiara con el rey más sabio de Israel.
- El arrepentimiento trae bendición. El castigo de Dios puede venir, nos puede golpear, pero con arrepentimiento el final es glorioso.
- Con arrepentimiento hay bendición después del dolor.

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