domingo, 14 de octubre de 2012


El perdón

“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. 23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” (Mateo 18:21-35)

-          Las relaciones con otros es una de las cosas más difíciles de la vida
-          Quisiéramos vivir sin tener problemas con los demás, que hablemos y la gente nos entienda, que no haya malos entendidos, que nos acepten sin rechistar en lo bueno y en lo malo.
-          Quisiéramos vivir y no tener que relacionarnos con cabezotas ni con gente egoísta, ni con aquellos que quieren humillarnos para exaltarse a ellos mismos.
-          No nos gusta el maltrato de los envidiosos ni el desprecio de aquellos a los que servimos.

Sin embargo la gente nos causa daño ¿Qué hacemos con las ofensas?
Las cosas no son como esperamos ¿Qué hacer entonces? La gente va a dañarnos ¿Qué hacer con esos daños?

V.21.- ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?” Pedro se hace esta pregunta ¿Qué hago con las ofensas? ¿Cuántas veces he de perdonar?
- Los judíos en el talmud de Babilonia, basándose en Amós 1:3 “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no revocaré su castigo” y otros textos más decían que Dios perdonó tres veces y que el ser humano no puede ser mejor que Dios, por tanto había que perdonar tres veces.
- Pedro pregunta al Señor para saber que hay que hacer con las ofensas. En vista de que Jesús habla de amor y de perdonar, Pedro se quiere lucir y pensando en una cantidad enorme pregunta si se tiene que perdonar 7 veces (más del doble)

V.22.- “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete” Jesús le responde con una barbaridad, 70 veces siete.
- ¿490?, no, es una forma de decir siempre.
¿Por qué? Ante la sorpresa de todos Jesús les cuenta la parábola de los

Dos deudores

V.23.-un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos” Dios quiere hacer cuentas con todos y cada uno de nosotros.

V.24.- uno que le debía diez mil talentos” Uno le debía 10.000 talentos. Es decir 60.000.000 de denarios. Teniendo en cuenta que el denario es el sueldo de un día, estamos hablando de aproximadamente 3.000 millones de Euros del ahora.
- Esto es un dinero superior al necesario para mover todas las provincias de Palestina de aquel entonces. Estamos hablando de una cantidad superior a lo necesario para mover un país.
- Alguien ilustró esto mostrándonos que para mover 10.000 talentos sería preciso una caravana con 8000 porteadores cada uno con un saco de 50 kg. En monedas.
- Es una cantidad impagable por lo grande, el Señor nos habla de una deuda impagable.

- “halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios”. Esto equivale a unos 5000 Euros. No es una deuda pequeña, pero es pagable. Con paciencia y ahorro podría acabar pagando la deuda.

1)      Todas las deudas contra Dios son impagables, y las que tenemos entre nosotros son pagables.
2)      Hemos de actuar con los otros tal como Dios actúa con nosotros.
3)      El ser humano actúa con dureza, mientras que Dios lo hace con amor.
4)      Todo va a saberse.- Los consiervos o lo que sea, acabarán revelando la dureza de nuestro corazón.
5)      V.32.- “Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste” Dios perdona porque le rogamos. La humillación, el ruego es la puerta de la bendición y del perdón.
6)      V.34.- “Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía” Era una deuda impagable, pero el Señor le manda a los verdugos hasta que pague la deuda. Está hablando de una cadena perpetua.
7)      V.35.- “Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” Dios no nos perdona si no perdonamos, y este perdón ha de ser sincero.

Beneficios

- Cuando perdonas la relación con Dios es limpia
- Vives en paz

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