Principios para la sanidad del alma
Iglesia cristiana evangelica manantial de vida Sevilla
“Pero estando él en Betania, en casa de Simón el
leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de
perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo
derramó sobre su cabeza. 4. Y
hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho
este desperdicio de perfume? 5. Porque
podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los
pobres. Y murmuraban contra ella. 6. Pero
Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. 7. Siempre tendréis a los pobres
con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me
tendréis. 8. Esta ha hecho
lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. 9. De cierto os digo que
dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se
contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Marcos 14:3-9)
El ser humano está
desequilibrado.
El pecado nos ha sacado
de la dirección correcta y estamos dando tumbos.
Hay personas que se
llevan toda la vida dándose golpes con todo buscando el equilibrio, es por esto
que hoy vamos a ver algunas actitudes que va a ayudarnos a andar una vida sin
muchos desequilibrios en general.
Fondo.- Jesús tenía
amigos en Betania (“casa de aflicción”) que está a unos tres kilómetros de
Jerusalén, pasando el monte de los olivos.
Allí vivían Lázaro y sus
hermanas, y Jesús en aquellos momentos se encontraba sentado en casa de un tal
Simón el leproso.
Este pasaje nos muestra
algunas cosas que nos van a ayudar a ser equilibrados.
1.- Cuide lo que haga hoy.- ¿Era leproso o había
sido leproso y se le quedó el apodo?
Evidentemente había sido
leproso, ya que en la cultura de aquel entonces nunca un leproso iba a estar en
medio de la gente, sino que vivían apartados.
Así que no era leproso
sino que lo había sido y se le quedó el nombre.
La experiencia
transformó su nombre y su vida.
Lo que vivimos hoy nos
va a marcar.
La gente a veces dice
voy a probar, soy joven, si veo que no es de provecho lo dejo, pero
desgraciadamente si jugamos con fuego nos quemamos.
Lo que hacemos hoy va a
marcarnos el resto de nuestra existencia.
El primer principio para
ser sanos es no dejar que haya cosas que nos contaminen.
No comamos lo que nos
dañe, no bebamos lo que nos dañe, no respiremos lo que nos dañe, no hagamos lo
que nos dañe.
2.- Ir a Jesús.- “vino una mujer” La mujer fue a Jesús,
aprovechó que estaba en su pueblo, lo vio, se fue a su casa, tomó el perfume y
lo llevó al Señor.
El segundo principio
para ser sanos en el alma es IR.
Nadie va a ser sano si
no va.
Si usted no va a buscar
su sanidad va a ser difícil que la encuentre.
Si no va al médico no
podrá ni saber que tiene ni recibir el tratamiento.
Ir a Jesús es un punto
clave para ser sano.
3.- Dar lo mejor.- “de mucho precio” Dio lo más valioso
que tenía.
Las mujeres se llevaban
toda la vida juntando perfume para que a la muerte pudieran ser ungidos los
cadáveres de la familia.
Era algo de lo más
valioso que podía tener en una casa una familia trabajadora normal de aquel
entonces.
La sanidad se inicia
cuando damos lo mejor a Dios.
Quien retiene los panes
y los peses no verá la multiplicación ni el milagro.
Muchos no se sanan
porque piden lo mejor pero no dan lo mejor “dad y recibiréis”
No solo se habla aquí de dinero, hay mucho más en esto. Hemos de dar a Dios lo que nos cueste:
Le cuesta orar pues ore, le cuesta leer la Biblia pues léala, le cuesta ayunar pues ayune, le cuesta evangelizar pues evangelice, le cuesta diezmar pues diezme, de a Dios lo que le cueste.
“Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata” (II Samuel 24:24)
4.- Quebrar lo que valoras.- “y quebrando el vaso” Cada
uno tiene una escala de valores, a veces nos convertimos y añadimos a lo que
tenemos anteriormente lo cristiano
Si queremos ser sanos
hemos de quebrar los antiguos moldes “vino nuevo en odres nuevos”
El evangelio viene a
replantear toda la vida, hemos de estar dispuestos a quebrar todo lo que hasta
ahora han sido los pilares de nuestra vida.
5.- No dar a Dios lo contaminado.- “Nardo puro” ¿Qué
ofrecemos a Dios? ¿Lo puro o lo contaminado?
Si tienes algo contaminado
no lo des a Dios, purifícalo antes.
Dios quiere
purificarnos, por eso a veces nos hace pasar por fuego (Pur: fuego).
Lo que le demos a Dios
purifiquémoslo antes.
Se pasa por fuego para
quitar lo que no es puro.
No te abraces a lo
impuro, deja que Dios se lo lleve ya que “No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta” (Romanos 12:2)
6.- Unja a Jesús.-
“Sobre su cabeza”
Cada
familia tenía la responsabilidad de ungir a sus muertos.
Solo
los allegados y gente muy cercanas ungían a los muertos.
Ungir
a Jesús es formar parte del círculo interno de Jesús.
Esta
mujer estaba pidiéndole que le aceptara como parte cercana a Él, como parte de
su familia.
Si
queremos ser sanos hemos de estar en su círculo, hemos de estar en su iglesia.
La
iglesia es la principal herramienta que usa a Dios para sanar al ser humano
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