4 actitudes para ser más sanos
Iglesia cristiana evangelica Manantial de vida sevilla
“Pero estando él en
Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con
un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el
vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza. 4. Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron:
¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? 5. Porque podía haberse vendido por más de trescientos
denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella. 6. Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por
qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. 7. Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando
queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. 8. Esta ha hecho lo que podía;
porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. 9. De cierto os digo que
dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se
contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Marcos 14:3-9)
A
partir del versículo 4 vemos cosas que son muy importantes para ser más sanos:
1.- Controlar el Enojo
A.-
Definición del enojo.- “Y hubo algunos que se enojaron dentro de
sí” (V.4)
Enojo según el diccionario es: “Sentimiento que una persona experimenta
cuando se siente contrariada o perjudicada en algo”
El enojo es una respuesta ante una
situación que vemos contradictoria.
El enojo es una emoción que se traduce
en acción.
El enojo va desde una irritación leve
hasta una ira intensa.
B.-
Proceso del enojo:
Vivir.-
Una situación (mujer derramando el perfume)
Juzgar.-
Esa situación (lo ha hecho mal, debería haberse repartido)
Sentir.-
En base a lo que se ha pensado (sentimientos de indignación y malestar
interior)
Actuar.-
Contra esa situación (criticar y murmurar buscando cómplices)
El problema no se encuentra en el vivir,
todos vivimos situaciones que nos producen malestar, la clave está en que
hacemos con nuestros pensamientos después de esta situación. El asunto está en
nuestra mente, en nuestros juicios.
Trate de controlar los pensamientos que
producen el enojo porque cuando el enojo llega es un sentimiento, y cuando
sentimos es muy difícil retomar los pensamientos.
Veamos:
a.-
La mujer rompe el frasco.- Una situación que en sí no tiene
ninguna connotación, el recipiente era suyo y podía hacer con él lo que quisiera.
b.-
La mente de los presentes.- Piensan que ha hecho mal en
romperlo, deciden que se ha de hacer con algo que no les pertenece.
C.-
El enojo ciega.- Los enojados miraron el frasco no el
corazón de la mujer.
El
enojo en sí puede ser un acto de injusticia si no considera todos los factores.
No miraron el corazón de la señora solo
miraron el frasco.
La mujer quería pertenecer al círculo
del Señor, le estaba clamando por favor acéptame, y los otros solo contaron
monedas.
El enojo tratando de aplicar justicia en
muchos casos es una fuente de injusticias.
¿Qué vemos nosotros cuando nos enojamos?
D.-
El enojo busca aliados.- Murmuraban y hablaban para crear
masa, para formar un grupo grande, para buscar a otros que pensaran como ellos.
La gente enojada piensa que ganando
seguidores consiguen la razón, la gente templada sabe que el enojo solo es una
emoción que va y viene.
E.-
El enojo divide.- Produce bandos, en este caso la mujer y
el resto.
“Y
vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4)
Si
provocamos a ira a nuestros hijos, estos se dividirán de nosotros y tendremos
problemas familiares.
Controlemos el enojo y seremos más sanos
en nuestra vida.
2.-
Hacer lo que se puede.-
“Esta ha hecho lo que podía”
Para encontrar la sanidad de Dios hay hacer
lo que podemos sabiendo que Dios va a hacer el resto.
Moisés levantó la vara, Josué gritó, los
discípulos movieron la piedra, y luego Dios actuó.
Haga lo que puede y asómbrese.
No está solo, Dios está de su lado.
Una medida de sanidad viene cuando vemos
a Dios obrando a partir de lo poco que hacemos.
3.-
Mirar con misericordia
Cuando nos enojamos acusamos muy fuerte
a la parte que nos enojó.
El corazón del enojado se endurece contra
la persona o cosa que nos enoja y justificamos cualquier modo de represión
Jesús miraba con amor a esta mujer,
valorando lo que hacía.
Valore lo que otros hacen y usted será
un instrumento de sanidad para otros y protegerá su mente de emociones malsanas
como es el enojo.
4.-
Dar reconocimiento
Una iglesia terapéutica es una iglesia
que reconoce lo que hacen otros.
Esto es básico en todos los aspectos de
la vida.
No estamos solos, no podemos hacer la
obra de Dios sin el resto de los hermanos.
Todos somos importantes en el servicio a
Dios.
Cuando usted ora, evangeliza, trabaja
para Dios, eso es valorado y reconocido por Dios.
Han pasado 2000 años y aún se reconoce
lo que la mujer hizo. Los cuatro evangelios hablan de este acontecimiento.
En la eternidad se reconocerá todo lo
que hemos hecho para Dios, Él sabe valorar y reconocer nuestros esfuerzos.
Adelantémonos y reconozcamos ahora las
buenas acciones de otros, esto no solo nos sanará sino que servirá para sanar a
otros.
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