7 hábitos buenos-iglesia cristiana evangelica Manantial de vida de Sevilla

7 Hábitos buenos

 iglesia cristiana evangelica Manantial de vida de Sevilla

 "Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe." (Hebreos 13:7)

a)   Todos tenemos hábitos, nacemos en una familia con hábitos y por imitación los tomamos y los repetimos a veces sin saber ni porque lo hacemos. Cada cultura tiene sus hábitos, aprendemos de la cultura que nos envuelve y cada ser humano se acostumbra a hacer ciertas cosas que se convierten en hábitos.

b)   Llegamos a la iglesia con hábitos propios, unos un tipo de hábito y otros otro tipo.

Los hábitos, como casi todas las cosas, los hay buenos y malos, tener hábitos no es malo, lo malo es que estos hábitos sean dañinos.

c)   Dios quiere crear hábitos en nosotros, el cristianismo es cambiar de hábitos.

Cuando llegamos a la iglesia podemos seguir con nuestros hábitos o tomar nuevos en Dios. Si adaptamos nuevos hábitos según el corazón de Dios seremos gente que entiende lo que Dios quiere para nosotros.

d)  Cuando alguien viene a la iglesia y sigue con los hábitos del mundo, está frustrando el plan de Dios para su vida.

Dios desea que seamos efectivos como creyentes, que cada creyente produzca fruto, y no solo un poco sino lo máximo que pueda producir.

La definición de la palabra hábito: En el diccionario de sinónimos se dice que un hábito es una “costumbre”

Cuando nos convertimos Dios quiere cambiar nuestra conducta, nuestras costumbres, así que el plan de Dios es cambiar nuestros hábitos dejando los malos hábitos y tomando hábitos bíblicos.

Uno se convierte por gracia, Dios en su misericordia hace todo y usted solo tiene que aceptar a Cristo en su corazón y ya es salvo. Pero usted ha llegado a la iglesia con hábitos que no se quitan de forma milagrosa, sino que para quitarlos ha de sustituirlos por hábitos nuevos:

1.- La oración: Usted nunca oraba, hacía otras cosas, tal vez rezaba, tal vez oraba a un Dios falso, no sé, pero ahora usted debe orar y orar al Dios de la Biblia.

El hábito de la oración es clave para una vida cristiana, si no practicamos una vida de oración no crecemos espiritualmente, mucho menos daremos fruto. Jesús mismo sentó las bases de una vida de oración. “Más él se apartaba a lugares desiertos y oraba” Lc 5:16  “Orad sin cesad” 1 Ts 5:17

2.- Estudiar la Palabra de Dios: Usted tal vez tenía el hábito de leer libros, y eso está bien, pero ahora ha de incorporar el hábito de leer el libro de los libros.

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8)

3.- Alabar el nombre de Dios. Usted tenía el hábito de quejarse por todo, de estar disconforme, tanto que hasta en las redes sociales exponía sus quejas, sus insultos y descalificaciones.

Ahora usted ha de desarrollar un hábito nuevo: “Dad gracias en todo”

Cuando una persona desarrolla el hábito de alabar a Dios constantemente, su perspectiva de la vida cambia y su espíritu se fortalece. Además, seguramente servirá de ejemplo e inspiración para los que le rodean, especialmente si son personas que no conocen a Dios.

“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. ” (Salmo 34:1)

La gratitud es un hábito que Dios mismo desea que desarrollemos. Una persona agradecida estará muy lejos de ser dominada por la amargura, depresión o de olvidar las bondades de Dios para su vida. No cabe duda que una persona agradecida vive más feliz que la que no agradece.

4.- Evangelizar: Usted hablaba de cualquier cosa, no sé, tal vez cosas de otra religión, tal vez cosas referentes a algún pecado, tal vez el programa de un partido político.

Ahora ha de cambiar de hábito y ha de predicar la palabra de Dios.

 “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (II Timoteo 4:2)

5.- Congregarse: Usted se reunía con sus amigos en el bar, o se quedaba solo en casa, pero ahora ha de practicar un nuevo hábito, venir a la casa de Dios.

“no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25)

6.-Dar a Dios: No hay peor hábito que no dar. El cristiano que no da se estanca y se seca o se pudre.

Pablo  no presenta este hábito como una obligación, pero si como una bendición tanto para el que recibe como para el que da. “dad y recibiréis”

El dar no solo es dinero, esto es solo una pequeña parte del dar, usted ha de dar su tiempo a Dios.

Para esto tiene que servirle en las diversas actividades que la iglesia ofrece.

Una iglesia sana ha de dar espacios para que los cristianos den y crezcan.

7.-  Huir del pecado: Antes usted iba a los sitios donde podía pecar, ahora usted ha de huir de estos sitios, es un nuevo hábito.

“Huye también de las pasiones juveniles” (II Timoteo 2:22)

Hagamos un hábito el evitar todo aquello que pueda llevarnos a pecar y seguramente le fallaremos menos a Dios y disfrutaremos del gozo de una vida en victoria.

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