Nueve enseñanzas de la virgen- iglesia cristiana evangelica manantial de vida sevilla

Nueve enseñanzas de la Virgen

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“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36. Y he aquí tu parienta Elisabeth, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37. porque nada hay imposible para Dios. 38. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. 39. En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40. y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabeth. 41. Y aconteció que cuando oyó Elisabeth la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabeth fue llena del Espíritu Santo, 42. y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44. Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor. 46. Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 47. Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 48. Porque ha mirado la bajeza de su sierva;  Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. 49. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;  Santo es su nombre, 50. Y su misericordia es de generación en generación  A los que le temen. 51. Hizo proezas con su brazo;  Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. 52. Quitó de los tronos a los poderosos,  Y exaltó a los humildes. 53. A los hambrientos colmó de bienes, Y a los ricos envió vacíos. 54. Socorrió a Israel su siervo,  Acordándose de la misericordia 55. De la cual habló a nuestros padres,  Para con Abraham y su descendencia para siempre. 56. Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa” (Lucas 1:34-56)

Veamos nueve enseñanzas importantes que la virgen nos da en este pasaje:

1.- Alguien tocado por Dios toca a otros.- María es tocada por el Espíritu Santo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” (V.35) y cuando ve a Elisabeth esta es tocada.

La gente de fuego toca a otra gente de fuego.

Acércate al fuego de Dios, llénate del Espíritu Santo, y no te preocupes de tu apariencia, los niños van a saltar en el vientre de las embarazadas.

La gente embarazada de esperanza, de visión, de fe, solo necesita la llegada de una persona llena del Espíritu Santo para activarse.

2.- El toque del Espíritu Santo da revelación.- “¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?” (V.43)

Elisabeth en ese momento entiende su pequeñez, pero también entiende que el niño que se encontraba en el vientre de María era su Señor.

Lo que la mente humana no sabe, cuando uno es lleno del Espíritu Santo lo comprende perfectamente. “cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13)

3.- María necesita un salvador.- “Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (V.47)

La virgen María, esa mujer especial que recibió la visita del Espíritu Santo, en ese encuentro recibe revelación, y entiende que ella necesita un salvador.

Todos necesitamos un salvador, porque todos hemos nacido bajo el pecado. Solo la gracia salvadora de Jesús puede librar al ser humano de la condenación eterna, es decir sin Cristo todos vamos al infierno, porque todos hemos nacido con la mancha, la mácula del pecado. Nadie es inmaculado, y así lo reconoce la virgen cuando dice que necesita un salvador, está diciendo: “Yo tengo pecado, no soy inmaculada y necesito un salvador que me salve”

¿Por qué dice María esto? Porque había sido tocada por el Espíritu santo, solo alguien que no es tocado por el Espíritu Santo puede decir o pensar que María es inmaculada.

4.- Dios toma lo bajo y lo pone en alto.- “Porque ha mirado la bajeza de su sierva”  (V.48)

Qué bueno entender como María nuestra posición. Solo desde el entendimiento correcto de nuestro lugar Dios nos puede exaltar y colocar donde Él quiere.

El problema de mucha gente es que no sabe humillarse y Dios no puede exaltarle.

5.- El Espíritu Santo sobre María le lleva a profetizar.- “Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones” (V.48)

Así se ha cumplido, han pasado 20 siglos y aún hoy decimos que María fue bienaventurada por llevar al Señor en su seno.

Cuando el Espíritu Santo cae sobre ti tus labios pueden abrirse e iniciar en ese momento un proceso en el que tu boca dice profecías.

6.- El temor de Dios es fuente de bendición.- “Y su misericordia es de generación en generación  A los que le temen” (V.50)

Cuando alguien teme a Dios, quiere agradarle y servirle, y esto abre las ventanas de bendición sobre su vida.

La bendición viene de obedecer a Dios porque tememos fallarle, no porque seamos perfectos.

7.- La soberbia confunde.- “Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones” (V.51)

Cuando alguien se enaltece y se pone altivo, ya se inicia el proceso de tomar malas decisiones.

La soberbia nos dispersa y nos hace cometer multitud de errores.

Un corazón que no se somete a Dios es una bomba de relojería de decisiones terribles.

8.- Dios quita reyes y pone reyes.- “Quitó de los tronos a los poderosos,  Y exaltó a los humildes" (V.52)

El poder no está en el pueblo que vota ni en los ejércitos que imponen, el poder está en Dios para quitar reyes y poner reyes.

Las profecías han de cumplirse, los proyectos de Dios a nivel internacional ya están profetizados, y todo lo escrito ha de realizarse.

Con todo, un pueblo que ora, mueve el corazón de Dios y le hace actuar para que se haga lo mejor para su país.

9.- Sírvele y Él te socorrerá-  “Socorrió a Israel su siervo” (V.54)

La clave para recibir el socorro de Dios está en servirle.

Israel sirvió a Dios y recibió su socorro. Si usted le sirve recibirá su socorro.

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