Amar las tinieblas
“Porque de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al
mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree,
ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios. 19. Y esta es la
condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas
que la luz, porque sus obras eran malas. 20. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no
viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que
sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios” (Juan 3:16-21)
- Cuando entramos en el
reino de Dios vemos a personas que siguen en sus caminos y comprobamos que
otros vuelven a las cosas del mundo. Pareciera como que aman las tinieblas.
1.- Amar más las
tinieblas que la luz.- Así es como la Biblia describe esta actitud de volver
a los caminos del diablo y no querer que se vea nuestra vida tal como somos.
- Cuando empezamos la iglesia, se integró un
matrimonio y la señora siempre estaba quejándose de su marido. Tratamos de ayudar
pero el marido se cerraba y no permitía que entráramos en el asunto.
Evidentemente ante esta actitud nos retiramos y a pesar de que la esposa
continuaba quejándose siempre le decíamos que no podíamos hacer nada.
Con el tiempo comprobamos que el hombre tenía un
problema de ludopatía que terminó con el matrimonio, con su economía y con su
vida.
- Otros vienen a la
iglesia, y se les dice algo que deben corregir y al poco tiempo desaparecen.
Cuando pasan los años y volvemos a saber de ellos, normalmente el asunto ha ido
de mal en peor.
- Amar más las tinieblas que la luz es andar en
oscuridad y por tanto tropezar. La consecuencia de amar más las tinieblas que
la luz es acabar golpeado y dolido.
2.- El pecado y las
tinieblas.- Adán y Eva se escondieron de Dios después de pecar. Es normal esconderse
tras pecar, sin embargo es una torpeza porque algo acaba encontrándonos.
A Adán les encontró Dios, a otros el dolor, algo va a
encontrarte si te escondes, no hay tinieblas lo suficientemente densas para
ocultar al que peca.
3.- “Porque sus obras eran malas”.- Las malas obras son las que
generalmente nos llevan a apartarnos de Dios.
- La principal causa por
la que generalmente el hombre deja a Dios es por el pecado. Desobedecer a Dios,
hacer obras malas no queda sin consecuencias, son muchas las mala consecuencias
de la desobediencia una de ellas es apartarse de Dios.
4.- “para que sus obras no sean reprendidas”.- Dicho de otra manera,
queremos continuar haciendo lo mismo y no queremos que nadie nos diga que eso
está mal.
- Uno no tiene que
decirle a la gente vete de la iglesia, lo normal es que con solo predicar la
verdad de Dios la gente que desea ser fiel obedezca y el que desea pecar acabe
buscándose una escusa para no volver a aparecer.
5.- Huir estando.- Algunos huyen de la luz y sin embargo
siguen asistiendo a la iglesia, se esconden entre la multitud, pero no dejan de
practicar lo malo.
Esto es muy triste, es
como tener un plato de comida deliciosa y sin embargo preferir ir al contenedor
de basura y comer lo que encuentre en él.
6.- La luz expone.- Si andas sucio y estás en la oscuridad,
nadie va a darse cuenta, pero si se encienden todos los focos y te apuntan se
verá la más pequeña mancha.
A nadie le gusta parecer
sucio, a quienes pasan horas en el baño antes de salir, quieren estar limpios y
presentables, sin embargo sus espíritus están sucios y no tienen ningún aseo.
7.- “El que practica la verdad viene a la luz”.- El que vive según Dios
quiere acercarse a la luz para mejorar.
El que quiere agradar a
Dios no le importa ser expuesto porque ser expuesto quiere decir crecer y
aprender.
No mirar los errores es
estar condenado a repetirlos, ver los errores nos ayuda a mejorar.
8.- ¿Cómo se practica la verdad?.- Para practicar la
verdad, hay que acercarse a Dios.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna”
Acercarse a Dios es
aceptarle.
Dios desea salvarle
porque le ama, la pelota está ahora en nuestro tejado ¿Qué vamos a hacer?
- Historia del roble lleno
de pañuelos. No hay pecado que Dios no pueda perdonar, acérquese a él y verá
como le acepta.
- He conocido hijos con
vidas terribles que siempre que se acercaron a los padres estos le recibieron.
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar
al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”
Dios no quiere
condenarle, quiere salvarle. Se sitúa en la puerta y nos dice que pasemos, el
problema lo tenemos cuando en vez de oírle tenemos otras opciones, hoy, un día
más Dios está llamando. Entre y sea salvo, inicie una vida de bendición.